El sonido en el agua se mide con hidrófonos, que es el equivalente submarino de un micrófono. Un hidrófono mide las fluctuaciones de presión, y éstas se convierten, generalmente en un nivel de presión sonora (SPL), que es una medida logarítmica de la presión acústica cuadrática media.
Al ser el agua un medio de propagación acústica dependiente de distintos forzantes físicos (presión, temperatura, salinidad), estos deben determinarse como factor de ajuste, previo a cualquier realización de tareas acústicas.
Los hidrófonos se usan para monitoreo de diversas situaciones submarinas. Normalmente, el monitoreo y la grabación comienzan con anterioridad y continúan hasta la finalización del estudio. Esto proporciona un registro permanente de los efectos acústicos estudiados, así como la señal o nivel de base propias del área.
• Posición GPS del transductor/hidrófono
• Datos y tiempo: fecha, hora del muestreo.
• Análisis espectral de la señal. La resolución de frecuencia es típicamente 20 hz o menor, y el rango de frecuencias, entre los 2 y 100,000 hz.
• Unidades de nivel de ruido impulsivo: SPL (nivel de presión acústica) que es una medida relativa a un valor de referencia (la más usada en acústica submarina).
• Directividad (con arreglo de hidrófonos)
• Duración de la transmisión (un impulso) en segundos: a través del análisis espectral
• Dominio del espectro de frecuencia de ruido de impulso (Hz)
• Profundidad de sonido/ruido
• Monitoreo de mamíferos marinos
• Observatorios oceánicos
• Seguridad del puerto
• Ruido de buques y navegación
• Detección de fugas en tuberías
• Monitoreo de diques
• Terremotos y tsunamis
• Monitoreo del hielo marino
• Impacto acústico (ruido) de construcciones marinas
• Granjas eólicas offshore
• Energía de olas
• Energía de las mareas
• Puentes y muelles